martes, 15 de enero de 2013

CAMPOS DE HIERBA SECA

Cierro los ojos para ver
aquel campo de hierba segada
secándose al sol
La brisa me trae el lejano
olor de la infancia
y las voces del esfuerzo
de los hombres y mujeres de mi casa
que trabajan con sus manos
debo llevarles agua vino y azúcar
Sigo caminando hasta el arroyo
que entrega su corriente al mundo
constantemente
Todo es reciente
el viento el tiempo la tierra
todo brilla como nuevo
El suelo crepita bajo mis pasos
Los grillos cesan su murmullo
cuando me acerco
Las arañas de largas patas
huyen en todas direcciones
Llevo entre mis manos
el canto de los jilgueros
el perfume de las flores
el vuelo de una mariposa
y el color del cielo
He de volver (el abuelo me llama)
es un gigante que camina despacio
Volveré a casa muy cerca de él
sobre el heno caliente y crespo
subido al carro tirado por dos fuerzas animales
una de color canela
y otra de color ceniza
Algún día me dejará guiarlas
con su vara de carretero
Por encima las golondrinas
parecen chispas negras
y el cielo un lienzo inmenso
Abro los ojos con una sonrisa de niño
pero con lágrimas de viejo
Mis manos están llenas de palabras ahora
de las que van cayendo estos versos

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