He esperado el momento oportuno para estar solo, justo cuando yo no lo esperaba; intenté escapar pero ya era demasiado tarde. Mientras paseo me voy diciendo lo que ya he escuchado en tantas ocasiones que me lo sé de memoria.
Vamos a ver...¿se puede saber qué es lo que me pasa?, ¿no me tengo dicho que debo centrarme en la realidad, que siempre estoy con la mente en otra parte y que esto no me lleva a ningún sitio, que la consecuencia inmediata es estar siempre con un sentimiento de culpa y arrepentimiento que me pesa tanto que apenas puedo moverme?. Debo dejar de soñar, de imaginar, de esperar que ocurra lo imposible, de intentar vivir ilusiones que sólo me impiden vivir la vida real en medio de decepciones irreales que producen un dolor contradictoriamente real. ¿Es que no me doy cuenta?, ¿es que no veo que así no hago otra cosa que perder el tiempo?, ese tiempo que luego me va a hacer falta para todo. Sí, sí, tengo razón, como siempre...me prometo que no lo haré más. ¿Estoy seguro?. Completamente, de verdad, no más ensoñaciones. Veré como es mejor y me lo acabaré agradeciendo.
Me doy una cariñosa palmada en el hombro, confío en mí, no me fallaré de nuevo.
Mientras me doy la vuelta, me dedico un corte de manga y me mando a tomar por el culo, sacándome la lengua. Déjame en paz, pienso, viviré como me dé la gana.
Mientras me doy la espalda, tengo la sensación de que me estoy haciendo burla y me giro bruscamente, pero sólo alcanzo a ver mi sonrisa nerviosa que no demuestra nada. Por poco me descubro a mí mismo.
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