En el atasco de la autopista
bajo el aguacero ya nocturno
entre las luces de los coches
incómodo por la impaciencia
mecánicamente humana
de la respiración diesel
y de la tos de tabaco
me ha desesperado esta consciencia
de la constante lentitud de mi muerte
de su acostumbrado sabor metálico y vacío
y he sentido miedo otra vez
como si una fuerza imperceptible
me estuviera empujando
en una única dirección
sin poder oponer resistencia
Tengo tanto miedo que no puedo
mirar mi propia vida y conjuro con
maldiciones en voz baja
la certeza que me despedaza
sin ningún resultado
No puedo hacer nada
sólo cerrar los ojos y esperar
un futuro aciago y desolador
Mientras la circulación fluye nuevamente
me voy haciendo preguntas
que no hallarán respuesta
¿qué mierda hago yo aquí?
¿a quién coño le importa?
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