Nunca tuve futuro
me asusta ahora
no haber tenido pasado
Voy con los zapatos
rotos y sucios
y las manos
llenas de hambre
frío en la mirada
huellas en el alma
y un interrogante atravesado
en la garganta
Me detengo ante la puerta
debo descalzarme
y lavarme la piel para entrar
en la casa de cristal
He olvidado mi nombre
ya no reconozco mi rostro
No sé si pedir perdón
o exigir una explicación
De todos modos estoy sólo
sólo y desnudo
y sólo
soy lo que he perdido
habiendo perdido cuanto fui
y no recuerdo dónde ni cuándo
ni por qué
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